martes, 2 de diciembre de 2014

Máscaras




Encapuchados, enmascarados, tapados.

Palabras muy de moda en los medios de comunicación y en las redes sociales. Escuchar estas tres palabras automáticamente nos trae a la mente vidrios rotos, graffitis y bombas molotov. Radicales, anarquistas y extremistas. Enfrentamientos violentos, pedradas a discreción y puertas históricas incendiándose. Gas lacrimógeno, macanas y cascos anti-motines. En resumen, se nos presenta una imagen de devastación y violencia causada por un vandalismo pusilánime, rábido y desbocado. Y esa imagen nadie la puede debatir, las pruebas están ahí: esparcidas por latas de aerosol sobre muros de edificios históricos, hechas añicos junto a los vidrios de los locales comerciales ubicados sobre Av. Reforma, adentro del esqueleto calcinado de los automóviles consumidos más por la rabia que por el mismo fuego y en los mismos policías que resultan heridos acatando las órdenes que sus superiores les dan para tratar de "mantener la paz".

Uno podría inquirir muchas cosas sobre los encapuchados: ¿Quienes son? ¿Qué los motiva? ¿Por qué actúan de esa forma?¿Hay alguien detrás de ellos? Todas preguntas muy válidas, pero a final de cuentas, preguntas subjetivas, que nadie puede responder con certeza salvo ellos mismos. Lo único certero es que no hay justificación que valide ese tipo de actos en una civilización que se haga llamar justamente eso: civilizada, y me parece que hasta aquí la gran mayoría podrá estar de acuerdo con lo que estoy escribiendo. También seguramente se estarán preguntando: ¿A donde chingados vas con esto?

Y pues aquí está la cuestión: Hay que darnos cuenta de que no es necesario tener un pañuelo cubriéndote el rostro para ser un enmascarado.

¿Qué no Abarca era un sub-humano enmascarado de político a final de cuentas?

¿A poco mostar a 40 personas lanzando petardos a un grupo de granaderos, sobre decenas, tal vez cientos de miles de personas manifestando sus demandas en forma pacífica en tu noticiario estelar no cuenta como enmascarar la realidad?

¿Arrestar a 11 personas bajo cargos muy graves solo para que estos sean retirados a la semana por falta contundente de pruebas no es enmascarar la ineptitud de nuestros cuerpos policiales?

Un evidente conflicto de intereses involucrando al mismo presidente de la república, solo para que salga su esposa a zanjar el asunto espetándonos que todo fue fruto de su trabajo, cuando eso ni siquiera era lo que se reclamaba ni cuestionaba en primer lugar. Pero eso no es enmascarar, ¿cierto?

El Gobierno nos exhorta a que nos quitemos las máscaras, y estoy totalmente de acuerdo, sin embargo es necesario que ellos hagan lo mismo. Pero pongámonos a pensar, si esto sucediera: ¿quién saldría perjudicado realmente?



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